Bueno, el crear: creamos cosas incluso sin necesitarlas. En internet hay un par de tipos que se dedican a comprar cosas que se promocionan como revolucionarias, sabes, cosas que harán tu vida más fácil, parecen mágicas. Realmente. Entonces los compran y los prueban; después dicen la nota que le dan al producto. Admiro a esos tipos y me pregunto qué hacen con todas esas cosas después. ¿En realidad las usan en su vida? Es que, al pelar patatas, ¿piensan "voy a usar mi pelador de patatas mágico"? Quién sabe. La verdad, me dejan más preguntas que respuestas al ver esos videos. Claramente nunca los voy a comprar, aunque más de uno he tenido muchas ganas de comprar, como la cosa que arregla tela rota. Me gustaría pegársela en la boca al técnico de computadoras. Me gustaría pegarle una muy grande en la boca para que me hable a señas.

Hoy estamos creando dos cosas: una especie de obra de teatro con marionetas que se mueven con motores y con gestos a distancia. Es decir, cuando baje mi mano a una distancia, la marioneta mueva la mano. La verdad, es una tecnología que probablemente ya viste en tu día a día, pero usando la filosofía de hacker, usamos la tecnología destinada para hacer una cosa y la usamos para crear arte. Por ejemplo, aparatos electrodomésticos. Con muchos televisiones viejos: nosotros las usamos para crear una escultura con diferentes momentos históricos de 1968, donde ponemos los diferentes eslóganes proyectados en el piso, pisoteados por el paso del tiempo (guiño a Marcelo). Entonces, ¿qué puta necesidad la del ser humano de estar creando? Ayer fui al teatro y el tipo con su equipo de estudiantes creó una cosa súper energéticamente fenomenal. Todos esos actores corriendo de un lado a otro, haciendo como que quieren y pueden, haciendo todo lo posible para parecer fenomenales, siendo tan bellos y bellas, creando un momento de conexión que al final no logré entender. Fue demasiado intelectual para mí. Realmente, ese tipo de creaciones me gustan, pero cinco horas es mucho para estar sentado. A las dos horas ya estaba pensando en mis creaciones, en que quería salir para crear, en que ya no soportaba más tiempo ahí y quería salir a conectar mis motores y mi escultura, para elevarla en mi departamento, para después controlar su velocidad y sus diferentes posiciones. Quería ser eso y más, pero finalmente quería inventar algo que seguramente alguien más ya inventó, y lo inventó incluso mejor que yo. ¿Por qué ahora es invención y no creación? ¿Qué diferencia tiene? Ayúdame a entenderlo, porque desde que inventé la necesidad de crear, ahora solo quiero crear problemas y dramas, dramas que anuncien un final feliz, un final sin creación de final. Bueno, solo quería decir que estoy aquí creando, y que pronto podrán ver el teatro móvil en acción. Les dejo con algunas fotos de los avances. Este, sin duda, es nuestro proyecto más motorizado. Guiño al Arduino que controla motores. Besos y buenos deseos.

Omar

#Kury